NUESTRA ACTITUD CON LAS DEMÁS PERSONAS HACE TODA LA DIFERENCIA

SANTA ROSA DEL AGUARAY (Reflexión, extraída de internet) Su teléfono sonó en la iglesia por accidente durante las oraciones y el pastor lo regañó, los fieles lo amonestaron después de las oraciones por interrumpir el servicio, su esposa siguió sermoneándolo sobre su descuido todo el camino a casa. Podías ver la vergüenza, y la humillación en su rostro, nunca más volvió a pisar la iglesia.

Esa noche, fue a un bar. Todavía estaba nervioso y temblando, derramó su bebida en la mesa por accidente, el mesero se disculpó y le dio una servilleta para que se limpiara, el conserje trapeó el piso, la gerente le ofreció una bebida de cortesía, mientras también le daba un gran abrazo y le decía; “No te preocupes, hombre. ¿Quién no comete errores?”.

No ha dejado de ir a ese bar desde entonces.

Lección: A veces nuestra actitud de creyentes aleja a las almas de la Iglesia. Nuestra actitud rompe nuestras relaciones, destruye nuestras familias. Puedes marcar la diferencia por la forma en que tratas a otras personas, especialmente cuando cometen errores más no apañar el pecado,  a veces estamos tan cegados en lo correcto que somos, o en lo bien que hacemos algo que la humildad se ve avasallada por el ego inflado de estar señalando a los demás sus errores.

1 Corintios 16:14 Todas vuestras cosas sean hechas con amor.

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